Las películas de piratas han sido siempre un subgénero dentro del cine de aventuras. Normalmente siguen sus mismas pautas. Las mismas aventuras terrestres se adaptan a las peculiaridades propias del mundo marino. No faltan los héroes y los villanos ya sea en un lado de la ley o del otro, los lugares exóticos, la acción trepidante, una historia de amor y un final feliz. Parte de la industria del cine se basa en esto, en entretenimiento a raudales y espectáculo visual. Sin embargo algunas películas del género ofrecen un plus de interés por apartarse un poco de los tópicos y adentrarse en terrenos dramáticos mas complejos.
Viento en las velas (A high wind in Jamaica, 1965) de Alexander Mackendrick cumple todas las premisas para ser una película de piratas; tenemos piratas, el mar Caribe, rehenes inocentes, acción trepidante, etc... Pero el tratamiento que tiene la película dista mucha de ser convencional. La evolución de los personajes en la historia es compleja y eso provocará que el espectador vaya variando su punto de vista respecto a ellos. La historia es simple, unos niños que eran enviados a Inglaterra para su educación, se embarcan por error en un barco pirata tras el abordaje de este ultimo al barco que los transportaba. La relación estos con los piratas evolucionará de una manera sorprendente según transcurre la acción. Los piratas se mostraran menos fieros y mas miedosos de lo que aparentan y los niños más peligrosos a pesar de su aparente inocencia. Los lazos afectivos entre los piratas y los niños se mueven constantemente en el terreno de la ambigüedad, sobre todo la del capitán con una de las niñas. Todo esto, unido a su sorprendente final, provocara una sensación de inquietud continua al espectador. Anthony Quinn y James Coburn en el papel de capitán y lugarteniente de los piratas, están perfectos en sus papeles. Los niños se muestran convincentes, así como el resto de secundarios.
Se trata esta en definitiva de una estupenda película de aventuras, donde el drama humano y la psicología de los personajes tienen tanta importancia como la acción misma y donde se muestra el poder destructivo de la inocencia.
*Film A High Wind in Jamaica 1965
jueves, 7 de mayo de 2009
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