El género de terror ha dado al cine cantidad de obras de gran valor. Me gusta a menudo ver películas de los distintos subgéneros que este tiene. Uno de ellos es el de las películas de fantasmas. En los últimos años ha habido diversos acercamientos a este subgénero con mayor o menor fortuna. La película Los Otros de Alejandro Amenabar es un buen ejemplo. Sin embargo, he de reconocer que ninguna ha conseguido sobrecogerme tanto como The Innocents (Suspense) de 1961. Las deudas de la película de Amenabar con la de Jack Clayton son innegables, aunque sin duda The Innocents supera a esta en lirismo y capacidad de sugestión.
El guión de The Innocents parte de la novela Otra vuelta de tuerca de Henry James, siendo adaptada para el cine por Truman Capote y William Archibald (Yo, confieso). Tiene una excelente fotografía en blanco y negro a cargo del cinematógrafo ingles Freddie Francis que también hizo dignas películas de terror para la Hammer. Con estos ingredientes, más las excelentes interpretaciones de los actores, en especial los dos niños, y la buena dirección de Clayton hacen que la película sea uno de los referentes del genero. La sugestión, el suspense y la ambigüedad están presentes durante toda la película. Esta nos va atrapando en su argumento, dando un giro inesperado y dejando para el espectador la interpretación de lo sucedido.
En definitiva, The Innocents es una de mis cintas favoritas de terror. Una de esas películas que cuando terminas de ver a la madrugada, al apagar la luz, sientes un escalofrío.
sábado, 2 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario