Hound Dog Taylor, el bluesman de los seis dedos

Hay artistas que te atrapan por su música, otros te atraen por la historia de su vida y sin embargo hay otros que lo hacen por ambas cosas. No hace falta que un músico sea un gran interprete ni que componga canciones memorables para tener una atracción y un feeling hacia el. Supongo que hay artistas que te tocan una fibra por ahí perdida e irremediablemente estas atrapado para siempre. Puedo decir esto cuando hablo del bluesman Hound Dog Taylor, no es mi bluesman favorito pero en cuanto tengo ocasión me pongo a escuchar sus canciones. Hound Dog Taylor pertenece a toda esa masa de artesanos que a pesar de no tener un éxito de relumbrón como muchos de sus coetáneos, tejieron esa tela de araña en la que quedó atrapada gran parte de la música popular del siglo XX.
La historia de su vida es apasionante, daría para una estupenda película. Nació en el estado de Mississippi en el 1915 y como todos los negros en el sur de los Estados Unidos por aquella época, tuvo una infancia llena de penurias. Quizás tan solo era la música la que les proporcionaba una válvula de escape a toda esa gente que vivía sometida y humillada en el país más poderoso de la tierra. Poseía la particularidad de sufrir una deformación de nacimiento en su mano derecha, tenía seis dedos. Con tan solo diecisiete años emigró como casi la mayoría de los músicos de blues de aquella época a Chicago. Allí estuvo trabajando donde podía durante el día y tocando blues en tugurios por las noches. Esos garitos del sur de la ciudad que olían a tabaco y licor del barato pero que se respiraba la música racial por los cuatro costados. No fue hasta 1957 cuando pudo dedicarse a la música de forma profesional. Junto a su banda los Houserockers empezaron a actuar por los mejores locales de la ciudad. Formaban un power trio con dos guitarras y una batería, un combo poco habitual para la época. Esto les proporcionaba un sonido particular, sus canciones sonaban afiladas y eléctricas, con la slide de Taylor como punta de lanza. Eran famosos en la ciudad por sus abrasivos directos y consiguieron sacar algunos singles aunque sin demasiado éxito de ventas. En 1970 tras un concierto, Bruce Iglauer un productor de la compañía de discos Delmark Records les intenta contratar tras quedar entusiasmado por su actuación. Pero tras la negativa Delmark Records de sacarles un disco, Bruce Iglauer decide crear el su propia compañía y producirles el disco. Así nace una de las compañías de Blues más importantes hasta la actualidad, Alligator Records, cuyo primer disco fue el álbum debut de Hound Dog Taylor & The HouseRockers en 1971. El disco se convirtió en un éxito y en 1973 sacaron su segundo álbum Natural Boogie. A partir de entonces Hound Dog Taylor saboreó las mieles del triunfo que tanto le costó alcanzar. Se embarcó en una gira mundial con estrellas como Freddie King o Sonny Terry y grabó un álbum en directo, Beware of the Dog en 1974. Desgraciadamente el éxito lo pudo disfrutar poco tiempo ya que murió de cancer de pulmón en 1975. Postumamente se editó el álbum en directo y la compañía sacó algunos discos con grabaciones inéditas del trio.
Hound Dog Taylor fue un tipo duro, llevaba pistola y tocaba guitarras baratas en bares de mala muerte. Hound Dog Taylor llevaba el blues en la sangre y de vez en cuando necesito que me haga una trasfusión.

Hound Dog Taylor And The Houserockers - She's Gone (1971)



Hound Dog Taylor And The Houserockers - It's Alright (1971)



Hound Dog Taylor And The Houserockers - Take five (1973)



Hound Dog Taylor And The Houserockers - Roll Your Moneymaker (1973)



Hound Dog Taylor And The Houserockers - What'd I Say [Live] (1974)