Se colgó el cartel de no hay billetes en el Kafe Antzokia bilbaíno para asistir al concierto de Lucinda Williams. Había mucha expectación por ver la reina del country rock actuar en la capital vizcaína. A pesar de que el precio de las entradas, 43 euros, podría ser abusivo, se llenó el aforo de la sala en sus aproximadamente quinientas localidades. Creo que actuaban de teloneros los propios componentes de su banda pero llegué un poco justo de tiempo y no presencié su actuación (si la hubo). Antes del show el organizador avisó por el micrófono que la concurrencia se cortase de fumar mucho, puesto que le molesta mucho el humo a Lucinda, de hacer fotos con el flash y de beber con la botella de vidrio en la mano. Cosas de los artistas. Comenzó el concierto pasadas las nueve y media con el público entregado desde el primer tema. La media de edad era bastante elevada y quizás también había bastante gente poco habitual en los conciertos de rock que se celebran habitualmente en esa sala. El grupo que la acompañaba era una formación básica de dos guitarras, bajo y batería, con uno de los guitarristas desdoblándose de vez en cuando en los teclados. En mi opinión la actuación la podríamos dividir en dos partes. Una primera parte donde Lucinda, aunque empezó algo dubitativa, se lució (nunca mejor dicho) con sus temas mas acústicos e intimistas, adentrándose en los terrenos del country alternativo del que es sin duda la reina actual. Sonaron canciones como I Just Wanted to See You So Bad, que abrió el show, Happy Woman Blues, Can't Let Go o Blue, osea su setlist habitual de este año, que por cierto está colgado de su pagina web. A partir de Bleeding Fingers Lucinda abandonó su acústica y se enfundo una preciosa Telecaster Plateada y el concierto empezó a transitar por los territorios eléctricos del southern rock y el rock americano más genuino. En esta parte sonaron Come On, Honey Bee o una versión bastante buena del hit de AC/DC, bastante más dura que en el álbum Little Honey del 2008. La gente ya estaba completamente entregada ya que el show se había convertido en un gran concierto yendo de menos a más. Para terminar la actuación, Lucinda nos interpretó solo con su guitarra acústica una versión de la maravillosa canción de Jimi Hendrix Angel y se la dedicó al difunto rey del pop Michael jackson. Ella sabrá.
Así se despidió Lucinda williams del público bilbaíno, con un "os amo" y "paz y amor". Tengo que destacar sin lugar a dudas la gran banda que la acompañaba, todos excelentes. Las guitarras en particular fueron muy buenas, tejiendo entre las dos los riffs de las canciones de manera magistral.
Por lo tanto otro excelente concierto el vivido ayer en el Antzokia, a cargo de una dama de la música americana que poco a poco va fraguando su leyenda entre los más grandes. Lo dicho, paz y amor para todos.
Perdón por la calidad de las fotos, pero sin flash...
miércoles, 15 de julio de 2009
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5 comentarios:
Ya que estamos pedirte alguna recomendacion en su discografia, ya que soy bastante inculto en su carrera... Algo para empezar de cero.
Hola Rey Lagarto, yo te recomiendo que empieces por Car Wheels on a Gravel Road de 1998. Es el mejor disco para empezar con Lucinda, desde ese al más actual. Ya me contarás a ver que te ha parecido.
Saludos.
Estoy de acuerdo con joxemiel,car wheels es un buen comienzo.
saludos
Gran crónica. Lo pasamos de muerte.
Las fotos son asi pero es que no había manera. Los gorilas me pegaron el toque una vez.
Saludos
Gran concierto de veras. He leído tu crónica es muy buena, se nota que eres un gran apasionado de Lucinda.
Gracias por tus comentarios.
Saludos.
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