El poder de la imagen es la gran baza que tiene el cine para seducir a los espectadores. Por supuesto si viene acompañado de una buena historia narrada en un buen guión, normalmente se obra el milagro de ver una gran película. También hay filmes en los que la palabra y la historia tienen el papel preponderante y el componente visual en muchos casos no pasa de funcional. En otros casos ocure al contrario, la belleza de las imágenes está muy por encima del hilo argumental o del guión. Este último caso es el de la película The Fall, El Sueño De Alexandria (The Fall, 2006).
The Fall, El Sueño De Alexandria está dirigida por el director indio Tarsem Singh. Este director es un realizador consagrado en el mundo de la publicidad y el videoclip, hecho que sin duda se nota en la puesta en escena de sus películas. Su primera obra fue una mediocre cinta titulada La Celda (The Cell, 2000) pero que destacaba por sugerentes escenas que resultaban impresionantes intentado retratar la mente de un psico-killer. The Fall es su segunda obra y nos propone sumergirnos en otro mundo imaginario visto por los ojos de una niña. Ambientada en los años veinte, nos cuenta la historia de Alexandria, una niña inmigrante ingresada en una clínica por un accidente que ha sufrido trabajando en los campos de naranjas de California. Allí conoce a Roy, un joven especialista de cine que está inválido tras caer en el rodaje de una escena. Roy está enamorado de la actriz protagonista del filme pero al no ser correspondido rueda una escena suicida que le produce el fatal accidente. Roy y Alexandria se evadirán juntos de la cruda realidad que les rodea por medio de historias extraordinarias que les transportaran a lugares lejanos.
Con esta premisa en forma de cuento mezclado con realidad, Tarsem nos propone un viaje fantástico donde el poder de las imágenes están muy por encima de la historia que nos cuenta. Con una puesta en escena espectacular y preciosista el director nos sorprende con escenas rodadas a lo largo de dieciocho países y sin ningún efecto de ordenador. Tardó más de cuatro años en terminar el filme, lo que da idea de la minuciosidad con la que todos los detalles están tratados. A lo largo de toda la película se observan homenajes al cine más primigenio así como a las pinturas surrealistas. Como no podía ser de otra manera, la fotografía realizada por Colin Watkinson es uno de los puntos fuertes de la obra, destacando las escenas que se desarrollan en los paisajes desérticos en tonos ocres. Otro de los aspectos en los que destaca en sobremanera el filme es en el vestuario, creado por la aclamada diseñadora japonesa Eiko Ishioka. El guión está realizado por el propio director junto a Dan Gilroy y Nico Soultanakis. No se trata de una historia original sino de un remake de una película húngara Yo Ho Ho de 1981. La banda sonora es una partitura de Krishna Levy aunque su tema estrella es el espectacular segundo movimiento de la séptima sinfonía de Beethoven. Los actores están todos correctos en sus papeles destacando quizás la niña que hace de Alexandria, Catinca Untaru, que realiza un estupendo trabajo.
Tarsem con The Fall nos propone una sinfonía visual en la que enlaza los cuentos, el cine de acción, el desamor y la soledad. Si no accedemos a sumergirnos en su propuesta, nos parecerá hueca y tediosa. Si nos dejamos llevar por su ritmo y entramos al trapo con lo que nos propone, disfrutaremos de una de las películas más hermosamente rodada de los últimos tiempos.
The fall - Trailer (2006)
lunes, 27 de julio de 2009
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1 comentario:
No la he visto pero despues de leerte creo que me voy a animar.
Lo cuentas muy bien
Saludos amigo
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