Peter Bogdanovich es uno de los mejores conocedores de los entresijos de la industria de Hollywood en su época dorada. Durante los últimos cincuenta años ha desarrollado un trabajo de arqueología cinematográfica y lo ha plasmado en una sucesión de libros que tratan sobre la historia del cine americano visto por la mirada de sus protagonistas. Ha realizado monográficos sobre importantes directores como
Orson Welles,
Howard Hawks,
Alfred Hitchcock o
John Ford entre otros y recopilado cientos de entrevistas con directores, actores u otros personajes relacionados con el universo Hollywoodiense. La relación de Bogdanovich con el cine no se reduce solamente a escribir libros. Comenzó su carrera como actor en los años cincuenta junto a
Warren Beatty en la célebre academia de
Stella Adler en Nueva York. A principios de los sesenta, su pasión por el cine le llevó a trabajar como crítico cinematográfico en diversas publicaciones. Alcanzó cierta notoriedad en los círculos cinéfilos por su defensa de directores olvidados del viejo Hollywood. Como no podía ser de otra forma y gracias a la factoría de
Roger Corman, Bogdanovich se convirtió en director de cine y realizó varias películas en los años setenta que le encumbraron como una de las promesas del cine norteamericano. El magistral drama
La última película de 1971 y
Luna de papel en 1973 son ejemplos del buen hacer de Bogdanovich en la realización. A partir del final de la década de los setenta su popularidad como director decayó y aunque ha continuado realizando películas con cierta regularidad, no ha conseguido alcanzar el nivel de sus primeros filmes exceptuando un gran documental que realizó en el 2008 sobre
Tom Petty titulado
Runnin' Down a Dream.
Uno de sus libros más interesantes es el titulado
El director es la estrella (
Who The Devil MadeIt: Conversations with Legendary Film Directors) de 1997. La obra de la que os hablo es el primer volumen, editado en España por
T&B Editores en el 2007, donde el autor nos transcribe las conversaciones y entrevistas que realizó a directores de la talla de
Allan Dwan,
Raoul Walsh,
Fritz Lang,
Josef von Sternberg,
Howard Hawks y
Alfred Hitchcock. En una larga introducción, Bogdanovich nos cuenta el proceso y reflexiones personales sobre los encuentros con sus entrevistados. En estas conversaciones se pone de manifiesto la adoración y el respeto que siente el escritor por los pioneros del séptimo arte en el Hollywood de la primera época. En el libro se cuentan mil anécdotas y datos de interés que hacen las delicias de cualquier cinéfilo y se muestra el modo de hacer cine que tenían los viejos maestros.
Para terminar este post, nada mejor que hacerlo con una reflexión de uno de los grandes del cine,
Allan Dwan:
"En las películas, lo importante son los nombres. No es la interpretación per se, como se hace en el teatro. Traes a un chaval y resulta que hace arder la pantalla; un chico o una chica que te impactan al instante. Eso era lo que buscábamos; una cierta cualidad fotográfica, un algo misterioso y oculto que tienen algunas personas..."
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